Es más probable que la vida física de los niños provoque algún diente roto que el estilo de vida de la mayoría de los adultos, pero la realidad es que cualquiera puede astillarse o romperse un diente.
Causas de un diente roto
Los dientes que han sido debilitados por caries o por trabajos dentales viejos son especialmente propensos a astillas y roturas, pero ningún diente es inmune. Los dientes pueden romperse debido a una amplia variedad de causas, que incluyen:
- Morder algo duro, como dulces duros, hielo o nueces
- Rechinar los dientes agresivamente
- Someter los dientes a cambios extremos de temperatura, como tomar una bebida caliente inmediatamente después de tomar un tazón de helado
- Golpear accidentalmente un diente en una superficie dura
- Un golpe en la cara (por ejemplo, durante actividades deportivas o debido a un accidente automovilístico)
En algunos casos, las personas pueden romper un diente sin siquiera darse cuenta. En otros, será claro que un diente está astillado o roto debido a síntomas como dolor que estalla después de morder, sensibilidad a los líquidos calientes o fríos, o al sentir el chip o romperse la lengua. Incluso puede sentir que parte del diente se cae (o sale) de la boca cuando se produce la astilla o la rotura.
¿Que debes hacer?
Si sospecha por alguna razón que uno de sus dientes está astillado o roto, su primera respuesta debe ser llamar a su dentista de inmediato. Describa claramente sus síntomas para que su dentista pueda determinar qué tan rápido necesita ser visto. Visitar a su dentista es importante incluso si no siente dolor, porque los dientes astillados o dañados de otro modo son más susceptibles a daños o infecciones adicionales.
Mientras espera su cita, siga los siguientes pasos:
- Guarde el diente. Si se le ha caído una astilla de dientes, intente guardarla. Si se ha caído un diente completo, busque el diente y enjuáguelo suavemente con leche o agua. (No raspe el diente, ya que esto daña el tejido del ligamento periodontal y disminuye la probabilidad de que su dentista pueda volver a colocar el diente). Si es posible, vuelva a colocar el diente suavemente en su cavidad. Si eso no es posible, guarde el diente en leche fría, agua salada o incluso un pequeño charco de saliva hasta que pueda ver a su dentista.
- Observe dónde está el dolor y cómo se manifiesta. Por ejemplo, ¿el dolor empeora cuando mastica, come alimentos pegajosos o bebe líquidos fríos? Esta información será útil para su dentista.
- Cuida el área dolorosa. Enjuague suavemente la boca con agua tibia con sal para ayudar a mantener limpia el área alrededor del diente dañado. Si el área cerca del diente dañado está sangrando, use una gasa estéril para aplicar una ligera presión para detener el sangrado. No coma nada duro o pegajoso, y evite masticar el lado de la boca con el diente dañado. Si tiene dolor, dos estrategias pueden ayudarlo: aplique una compresa fría en la mejilla o los labios por encima del diente dañado y / o tome un analgésico de venta libre.
- Protege el resto de tu boca. Si la astilla o la rotura ha provocado que su diente desarrolle un borde muy afilado, intente cubrir la punta con parafina de cera, cemento dental o goma de mascar sin azúcar para ayudar a proteger sus mejillas internas, labios y lengua de posibles rasguños o cortes.
Una vez que vea a su dentista, podrán determinar el curso de tratamiento apropiado. Algunas grietas son lo suficientemente pequeñas como para ser simplemente un problema cosmético, mientras que otras pueden requerir un tratamiento como un relleno, un tratamiento de conducto, carillas o (en casos extremos) la extracción de dientes.
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